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miércoles, 16 de julio de 2014

Leonardo Da Vinci. Renacimiento. Siglos XV y XVI.

    








Leonardo da Vinci fue un pintor florentino. Notable polímata del Renacimiento italiano (anatomista, arquitecto, artista, botánico, científico, escritor, escultor, filósofo, ingeniero, inventor, músico, poeta y urbanista) nació en Vinci el 15 de abril de 1452 y falleció en Amboise el 2 de mayo de 1519, a los 67 años.

Casa natal                                                                            Tumba en la capilla de Saint-Hubert.
 


Tras pasar su infancia en su ciudad natal, Leonardo estudió con el célebre pintor florentino Andrea de Verrocchio. Sus primeros trabajos de importancia fueron creados en Milán al servicio del duque Ludovico Sforza. Trabajó a continuación en Roma, Bolonia y Venecia, y pasó los últimos años de su vida en Francia, por invitación del rey Francisco I.

Frecuentemente descrito como un arquetipo y símbolo del hombre del Renacimiento, genio universal, además de filósofo humanista cuya curiosidad infinita sólo puede ser equiparable a su capacidad inventiva, Leonardo da Vinci es considerado como uno de los más grandes pintores de todos los tiempos y, probablemente, es la persona con el mayor número de talentos en múltiples disciplinas que jamás ha existido. 

Su asociación histórica más famosa es la pintura, siendo dos de sus obras más célebres, La Gioconda y La Última Cena, copiadas y parodiadas en varias ocasiones, al igual que su dibujo del Hombre de Vitruvio, que llegaría a ser retomado en numerosos trabajos derivados. 

  


                                           
Andrea de Verrocchio


El joven Leonardo era un amante de la naturaleza, la cual observaba con gran curiosidad y le interesaba. Entró como aprendiz a uno de los talleres de arte más prestigiosos bajo el magisterio de Andrea del Verrocchio, a quien debe parte de su excelente formación multidisciplinaria.





Después de un año dedicado a la limpieza de los pinceles y otras pequeñas actividades propias de un aprendiz, Verrocchio inició a Leonardo en las numerosas técnicas que se practicaban en un taller tradicional. Así, en este contexto, Leonardo tuvo la oportunidad de aprender las bases de la química, de la metalurgia, del trabajo del cuero y del yeso, de la mecánica y de la carpintería, así como de diversas técnicas artísticas como el dibujo, la pintura y la escultura sobre mármol y bronce. Igualmente, recibió formación en habilidades como la preparación de los colores, el grabado y la pintura de los frescos. Al darse cuenta del talento excepcional que tenía Leonardo, Verrocchio decidió confiarle a su alumno terminar algunos de sus trabajos.

 Obras de Leonardo Da Vinci
La Monalisa



El Bautismo de Cristo




La Adoración de los Magos




La última cena



Retrato de un músico



Ángeles y paisaje del Bautismo de Cristo



Dama con armiño



Retrato de Ginevra de Benci



Retrato de mujer



Baco



Leda



La Belle Ferronière



Cabeza de mujer



La Virgen de las Rocas



La Virgen y el niño con Santa Ana



Madonna Benois



Madonna de la Encarnación



Madonna Litta



Virgen de la Granada



Anunciación



San Jerónimo



San Juan Bautista


 Leonardo Da Vinci para niños

Cuadro de La Monalisa para colorear





Cómo trabajar la Monalisa con los más pequeños


¿Qué les puedes contar a los niños para que aprendan y disfruten con  uno de los cuadros más famosos del mundo?

El cuadro es un retrato de una señora llamada Lisa, la palabra Mona es la abreviatura de Madonna, mi señora. Este cuadro es también conocido por la Gioconda porque su marido, que al parecer encargó el retrato, se llamaba Francisco del Giocondo.

Podemos también aprovechar para contarles qué es un retrato, esto es, la representación de una figura humana concreta (de Lisa Gherardini en este caso) e introducirles brevemente, en función de su edad, sobre algunos de los tipos de retratos que existen:

1) Figurativos, que se caracterizan por reproducir los rasgos reales del retratado sin intentar favorecerlos y, además, tratan de captar su personalidad, su alma.
2) Los abstractos, esto es, los que no siempre reproducen con fidelidad las características físicas del retratado y que llegamos a ‘reconocer’ mediante un detalle particular (un bigote, un objeto, o el propio título del cuadro), pudiendo incluso llegar a ser tan sólo formas y colores.


Mona Lisa, claro está, pertenece al primer grupo, a los figurativos. Hablaremos a continuación de la postura de la retratada (de pie, sentada, tumbada), de su forma de vestir, de su cabello y el velo que lo cubre, sus manos; haremos hincapié en sus ojos y en su boca y les contaremos qué técnica utiliza Leonardo para ‘borrar’ los contornos de estos rasgos (esfumado).

Quizás les llame la atención la ausencia de cejas así que les diremos que algunos expertos creen que fueron borradas en una restauración agresiva y otros que nunca las tuvo porque era una moda del momento para que así los ojos resaltaran más.

Resulta enriquecedor dejar que los niños expresen sus propias opiniones, por ello resulta más adecuado alternar preguntas con explicaciones para no ‘abrumarles’ con conocimientos.

Dónde se encuentra la retratada, qué hay detrás de ella y cómo es ese paisaje, con montañas, caminos serpenteantes y un puente a la derecha (podemos introducir también indicaciones espaciales, arriba, abajo, derecha, izquierda, delante, detrás, desde el punto de vista del espectador, o no, de nuevo en función de la edad de los niños, pues a partir de los 8-9 años podemos ‘jugar’ a ser Mona Lisa y contar desde su lugar cómo se sitúan los elementos del cuadro).

Les preguntaremos sobre los colores, cuáles son, si son fuertes o apagados y, en general, qué opinan del cuadro, si creen que sonríe (o no) y los motivos para ello.

Ahora que ya saben un montón de cosas sobre ella podemos hacer algunas actividades con los niños, por ejemplo, colorear una reproducción  con la misma gama de colores del original o, todo lo contrario, elegir un solo un color por retrato y hacer varios, a la manera de un retrato pop de los años 60-70 del siglo XX.

¿Qué la prefieren con cejas? Pues que dibujen y recorten unas y las peguen, a ver cómo resultan. ¿Y qué tal si enmarcas la versión de algunas alumnas? Seguro que les encantará. Busca en Internet una imagen de un marco clásico (o moderno) que os guste, imprímela, recorta el interior y sustitúyelo por la nueva Mona Lisa, una o muchas, vosotros decidís. Que lo disfrutéis.




 Fuente: Charhadas


Colorear La Gioconda



Colorear a Leonardo Da Vinci

Colorear un dibujo de Leonardo Da Vinci






Libros de Leonardo Da Vinci para los más pequeños



  • La Mona Lisa (Combel Editorial)


 A partir de 6 años. Dentro de la colección ¡Mira qué arte!, encontramos este libro móvil dedicado al magnífico cuadro de Leonardo Da Vinci, La Mona Lisa. La autora, Patricia Geis, hace un recorrido por la historia del cuadro. También explica los orígenes del excepcional creador y su trayectoria artística. Estructurado en un ingenioso sistema de pestañas, el texto de Geis invita a que el niño participe, averiguando por sí mismo la información que se descubre debajo de los cuadros y en pequeños libros móviles. “La Mona Lisa” es un álbum de cuidada edición, ideal para que tanto menores como adultos aprendan un poco más sobre la fasciante Historia del Arte.


 Destacamos: Incluye un marco para que, después de la lectura del libro, el niño pueda desarrollar sus aptitudes artísticas pintando su propia versión del famoso cuadro.


  • LEONARDO DA VINCI el inventor

        Jon Bilbao

A partir de 9 años
ISBN: 978-84-15016-01-4
Encuadernación: Rústica, con solapas.
144 páginas


El amigo Leonardo igual valía para un roto que para un descosido: lo mismo inventaba los hombres-rana, que los helicópteros, que te pintaba la Gioconda o te organizaba la fiesta más sonada de todo el Renacimiento... Con tanto trajín no es de extrañar que el maestro no se centrara. Afortunadamente le dio tiempo (¡por los pelos!) de dibujar la más fantástica y extraordinaria colección de inventos jamás soñada por el hombre.


Frases de Leonardo Da Vinci




Un poco de humor con La Monalisa











1 comentario:

  1. Efectivamente, la belleza en el arte será eterna en tanto se le recuerde... a través de los niños siempre estará presente...

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